En la piel se refleja la calidad de nuestra hidratación y de los alimentos y medicamentos que consumimos. También cómo descansamos y si nos exponemos a agentes contaminantes o a situaciones de estrés. Por eso, en nuestra rutina diaria podemos incorporar sencillas costumbres para proteger las pieles que más se exponen: rostro, cuello y manos. En muchos casos, con simples acciones podemos evitar lesiones, mejorar nuestra salud y prolongar los resultados de los tratamientos hechos en gabinete.
A nivel profesional, es la época ideal para realizarse un peeling y distintas técnicas de renovación epitelial. Se aprovechan los meses de menor luz solar para despigmentar la piel con procesos mecánicos, físicos o químicos que pueden contrarrestar manchas y efectos del fotoenvejecimiento en distintos grados de profundidad. Es el momento indicado para consultar los centros de estética y dermatología, ya que los especialistas ponen en marcha, después del verano, distintos protocolos antiage, antioxidantes e hidratantes que pueden beneficiarte:
- HIFU, ultrasonido focalizado de alta intensidad
- Microdermoabrasión con punta de diamante
- Electroporación o Mesoterapia indolora
- Thermage
- Radiofrecuencia
- Terapias fotodinámicas
- Máscaras nutritivas profundas y diferentes técnicas profesionales de mayor o menor complejidad, destinadas a estimular la producción de células.
La aparición de signos de deshidratación, sequedad, escamas, flacidez, tirantez y manchas, indican que es necesario limpiar la piel a fondo, exfoliarla y nutrirla. Consultamos con la esteticista Vanesa Paola Giri (Matrícula 01037), quien nos pasó un protocolo diario de limpieza de cutis y tips generales para proteger nuestra piel, basándonos en asesoramiento técnico y profesional. Es importante acudir a centros especializados, donde además de recibir orientación y productos específicos, podemos alcanzar un equilibrio para la piel, sin dañarla ni exponerla.
Protocolo de limpieza diaria
- Limpiar la piel con una emulsión de limpieza con vitamina E si la piel es normal o seca. Con gel o espuma si es grasa y si es sensible, con agua micelar. Colocar con masajes circulares suaves y retirar con una esponja con agua o torundas de algodón.
- Colocar loción de higiene con algodón.
- Rociar con un tónico hidratante, como por ejemplo, loción herbácea de hamamelis o de aloe vera.
- Aplicar crema o serum hidratante. Desde los 30 años los productos deben ser antiage.
- Emplear en el contorno de los ojos una crema específica.
- Agregar pantalla solar - mínimo factor 30- y 60 si la piel presenta manchas.
- Sumar maquillaje - de buena calidad- en caso de que nos guste y retirarlo siempre antes de dormir.
Consejos generales para lucir una piel iluminada
- Sumar factor solar con protección Uva y Uvb. Aunque esté nublado, el uso de factor 30/40 para cubrir cuello, cara, labios y manos, debe hacerse parte de la rutina diaria.
- La limpieza de cutis tiene que realizarse con suavidad, empleando agua tibia y productos que cuiden nuestro nuestro biotipo de piel. Es importante higienizar la cara, el cuello y el escote con geles, lociones emolientes o aguas micelares, ya que los jabones comunes no protegen el ph.
- Sumar tónicos hidratantes después de la limpieza es muy importante, ya que preparan la piel para la crema y potencian la acción de las hidratantes.
- A la hora de pensar en cremas hidratantes es importante adquirir aquellas hipoalergénicas y libres de aceite, ya que permiten que la piel respire. Un profesional es la persona más indicada para determinar si nuestra piel es mixta, seca o grasa y qué tipo de crema nos favorecerá. Lo esencial de estos productos es que hidraten, no que engrasen ni obstruyan los poros.
- Después de la ducha, usar lociones emolientes también en el cuerpo.
- Enjuagarse la cara a diario con agua fría puede hacer que la piel se vea más tersa, ya que se cierran los poros.
- Las cremas más recomendables para usar son las que contienen principios activos con ácido hialurónico, dmae, argireline, colágeno, elastina y vitamina c. Dependiendo de la época del año, de los recursos del paciente y del tipo de piel, el especialista aconsejará si se pueden usar de día y también de noche.
- Las cremas identificadas como "nocturnas" no deben ser utilizadas con la luz del día, ya que contienen componentes ácidos fuertes que pueden causar manchas bajo la exposición solar.
- Colocarse siempre guantes a la hora de entrar en contacto con productos de limpieza, químicos o agua en temperatura muy elevada.
- Cuando disminuye el calor se puede retomar el uso de cremas regeneradoras, así como programar tratamientos estéticos aptos para todo el año.
- Se debe equilibrar la humedad ambiental, colocando vasijas con agua cerca de las fuentes de calor. El uso de aire acondicionado y de calefactores puede resecar en exceso la piel.
- Exfoliarse al menos una vez cada diez días, usando productos suaves, pensados para remover las pieles muertas e impurezas.
Recordamos, además, la necesidad de efectuar limpiezas faciales en profundidad. Los procesos de pulido, extracción, descongestión y nutrición deben ser los apropiados para nuestro tipo de piel y realizarse siguiendo los consejos de un especialista.