Desde 1968, Calvin Klein sabe que el sexo vende. Por eso, para la temporada Fall 2015 va un paso más allá de las imágenes en blanco y negro a los que nos tiene acostumbrados: con una quinceañera Brooke Shields, una debutante Kate Moss, un musculoso Marky Mark (que luego se convertiría en Mark Whalberg), un Justin Bieber tatuado o una Kendall Jenner bajo el hashtag #mycalvins.
Con las citas online y las conductas sexuales de las generaciones de jóvenes en la actualidad como inspiración, la firma acompaña las imágenes del fotógrafo Mario Sorrenti con mensajes reales de parejas (casuales o no), conversaciones subidas de tono mientras los modelos reproducen situaciones románticas y sensuales.
En este sentido, las fotografías también captan la atención por ser la primera vez que la marca conocida por sus jeans y su ropa interior muestra diversidad de amantes. No sólo incluye a parejas interraciales, heterosexuales y hasta tríos, sino además a aquellas del mismo sexo.
"Mensajes crudos, historias reales (inspiradas por hechos y protagonistas anónimos)", es su eslogan, que recoge el espíritu de la "era Tinder" como una prueba más de que el marketing digital de contenido es una herramienta a la que las marcas acuden cada vez más para interpelar al consumidor, creando situaciones en las que pueda identificarse y reconocerse.