Cuero, seda, terciopelo, paños y algodón pima componen la propuesta de otoño-invierno 2016 de Cher, en la que la impronta autóctona del Gaucho Patagónico y el GlamRock de Jimmy Hendrix se fusionan en una colección ecléctica, versátil y elegante.
Con una paleta basada en blanco y negro, también se pueden ver tonos como el gris melange, el burgundy, el habano y el butter. Las estampas son psicodélicas por un lado, en sintonía con el espíritu de los setenta y el estilo de los músicos del rock, pero también incluyen arabescos y la influencia marroquí. Por el otro, están las estampas desaturadas que remiten al campo argentino.
En este sentido, lo autóctono se hace visible a través de tipologías como el poncho, los maxi chalecos, las bermudas, las fajas y las babuchas pinzadas, que se mixan con accesorios y colores más rockeros. Asimismo, encontramos bordados de flores en cuero, poplin, crepe y gamuza, que brindan feminidad y frescura. A ellos se suman los jeans, que vienen en tipologías de los ’90 como los “mom jeans”, la falda pencil y el jean recto, y otros con reminiscencias de los ’70 que se reflejan en los acampanados con maxi bolsillos plaqué, el jardinero oxford y las bermudas desflecadas.
Los tejidos son fundamentales en la colección, por eso la firma incorpora nuevos puntos, morfologías y materiales. El Morley de lana, el tejido de angora y el de mouline melange componen vestidos, maxi faldas, pantalones, tops, buzos y babuchas. Asimismo, el poncho no sólo se presenta tejido, sino también en paño, y también es reinterpretado en capas como una versión sastrera de esta prenda tan argentina.
En cuanto a accesorios, se imponen los aros de grandes proporciones y las carteras y estolas de piel. la marca busca contraponer lo masculino del gaucho y lo femenino a través del uso de materiales como el cuero, los avíos y los bondeados, que crean bandoleras y cinturones con herrajes de arandelas, los bordados y las fajas de piel con tientos.
Por último, en calzado Cher propone variedad, pero pone como protagonistas a las zapatillas para complementarlas con trajes, jeans y vestidos largos. Otra vez, la corriente psicodélica de los ’70 se ve en botas altas con taco y punta cuadrada, además de suecos que aportan comodidad. También propone chatas de terciopelo con apliques étnicos, para looks más sofisticados.