El segundo día de Círculo Moda -el ciclo de desfiles de Patio Olmos- completó los prámetros de tendencias, que las firmas de primer nivel porponen para la primavera-verano que se acerca. Esta vez, y más allá de la moda, algunos condimentos hicieron un fin de desfile distinto, extendiendo el cierre de viernes en respuesta a los más de 500 invitados que deseaban establecerse en ese contexto de placer. Diversión, juventud y mucha onda para enmarcar las colecciones que usaremos en breve.
Con toda la impronta tech del primer día, el segundo subió la apuesta y ganó nuevamente: varones en pasarela, marcas rockeras, ropa deportiva mostrada por una forma líder en el mundo y un cierre -a cargo de Cher- muy divertido, que supuso un afterparty con djs en vivo y cóctails exclusivos de Campari. Para completar la propuesta, la cantante Rosario Ortega fue la celebridad presente en el desfile (invitada por Rapsodia), quien observó las pasadas desde primera fila.
Las marcas y el show
Rapsodia abrió el desfile de viernes con mucho brillo. Sin dejar de lado su impronta, identificó su nueva colección con las transparencias, los metalizados y el negro como gran color para la noche. Tachas, cuero y piezas sobrepuestas también rompieron con la estética boho de la firma. Para el día, se vieron las esperadas siluetas livianas y colores con reminiscencia natural, sumado a materiales lavados, rotos, parch y bordados para redefinir géneros clásicos como el denim y el algodón 100% natural.
¿El detalle de esta pasada? La presencia de Rosario Ortega en el front row -primera fila- usando uno de los outfit que se vieron en pasarela.
Las pasadas de Adidas demostraron que algo iba a cambiar en este desfile: varones, vestidos con looks deportivos irrumpieron una pasarela que parecía ser terreno totalmente femenino. Fuerte, potente desde lo visual, la firma fue muy fiel a su slogan que expresa "el pasado empodera al futuro" y presentó una colección que revive diseños clásicos con detalles muy actuales.
Las estampas, protagonistas de esta nueva campaña, se vieron aplicadas en varias piezas tanto urbanas como deportivas. Camperas bomber y pantalones con las tres rayas de la firma a los costados, como los equipos de gimnasio en monoscromos (como negro y rojo) se ganaron los aplausos de una platea que celebró de principio a fin los recorridos en pasarela de los y las modelos.
La propuesta presentada de Ayres para este verano se inspiró en las formas orgánicas y las explosiones de color que regalan el arte contemporáneo y la naturaleza. La paleta elegida se concentró en en las tonalidades tierra, con la intención de transmitir calidez. Amarillos, verdes, rojos y azules se mezclaron con un hermoso naranja, un contundente fucsia y el poco visto lila. Colores que fueron muy bien acompañados por los clásicos neutros, negro y blanco.
Se pueden rescatar como piezas fundamentales de la colección, los trajes de lino en tonalidades cítricas y los vestidos de crepé sobre pantalones engomados. Mucho guiño estético a los años 90 y algún giro lúdico en las combinaciones para animarnos a mezclar sin temor a equivocarnos.
Cuando pensábamos que había pasado todo el rock posible, llegó Ay not dead y un sonido de fondo contunde: era Joy Division y una remera estampada con Pulp. El rock se había establecido. Entre baterías y guitarras muy conocidas en el género los modelos (mujeres y varones) empezaron a mezclar looks muy urbanos, con jeans y remeras de bandas, con otros más dulces y livianos.
En realidad, esta firma argentina, joven y desenfadada, presentó dos colecciones en una: por un lado, una inspiración viajera que generó preferencia por los colores pasteles, las rayas y las estampas con motivos tropicales o animales, y texturas como lino, satén o shantung. Y por el otro lado, otra propuesta que fue todo el rock and roll, con texturas fuertes como lurex, cuero y algodón.
El final fue para Cher, que presentó su colección Verano 1208 inspirada en una mujer ecléctica. Una expresión ampliada de lo que "ellas quieren" supuso desde vestidos largos, pasando por kimonos bordados, hasta llegar a conjuntos pijameros y faltas de seda muy imponentes. Los Bordados y las estampas -tan bien logrados por la marca- sumaron detalles en colores estridentes y pasteles como ejes de la colección.
¿Qué pasó con los clásicos? Estuvieron presentes, pero con un giro de actualidad: prendas oversize, sastrería y prendas usables en toda situación elaboradas con materiales nobles. La idea de Cher es que vivamos una temporada de calor con ropa fresca, cómoda y juvenil, dejando siempre un mensaje estético que enamore a todos.