Fue un desfile diferente por muchos motivos: el imponente marco de la locación elegida, el particular diálogo entre moda y arte y el estilismo retro romántico lúdico y moderno que se disfrutó sobre la pasarela. Así presentó la marca cordobesa Renzo Rainero Caos, su colección primavera verano 2017.
Como si de un ensamblaje artístico se tratara, la colección nace de una inquietud creativa que la etiqueta viene desarrollando a través de una estética que refleje, a partir de la innovación, su estilo de vida. Es por eso que las obras de arte de Mariano Cuestas, artista plástico y publicista, sirvieron como disparador para la campaña y también para el desfile, que se llevó a cabo en el Centro Cultural Córdoba, sede del Archivo Histórico de la Provincia. El magnífico edificio, ubicado a metros del museo Caraffa, abrió por primera vez sus puertas a un evento de moda.
En su amplio foyer, se trazó una pasarela que onduló entre las sillas de los invitados hasta confluir en el centro, dominado por las obras de Cuestas. El gris cemento de los muros fue el lienzo ideal para que se lucieran en todo su esplendor los colores de los cuadros y del estilismo trabajado sobre las modelos. Desde la previa, el cuarteto de cuerdas Callia activó en vivo una agradable banda de sonido para el show.
Con producción de Mannequins, el desfile contó con la presencia de las tops cordobesas de proyección internacional Dafne Cejas y Carla Gebhart. Esta última fue además la imagen de la campaña de Renzo. El estilismo, a cargo de The Villa Stylist, estuvo inspirado en la macro-tendencia del Chaos Magic, que busca potenciar un pensamiento optimista y avoca por la libertad de expresión, el fluir del ser y la creación de realidades temporales y subjetivas, con su consecuente discurso estético por su explosión de colores, texturas y formas, que para la presentación tuvo toques de retro romántico.
La colección
En cuanto a la colección, continúan las influencias de los 60’ y ’70 de la propuesta de invierno, pero dándole un toque lúdico y colorido, romántico pero moderno a la vez. Botas texanas, zuecos bajos o mules, que son las estrellas del verano, zapatos del tipo Mary Jane (que son los clásicos de salón pero con el toque moderno de Renzo), stilettos con taco ancho, zapatos Oxford acharolados, sandalias con aberturas delanteras en glitter u otras más bajas y cómodas con tachas (del tipo franciscanas), entre otros diseños completan la temporada.
Los aires de décadas pasadas no sólo se ven en los tipos de zapatos, sino también en la aplicación de muchos detalles como los flecos, las formas geométricas, los apliques de pedrería y tachas, las tiras cruzadas y los zapatos con pulseras. La paleta cromática se basa en los tonos pasteles, aunque hay otros más extravagantes como el dorado y el plateado, que cruzan de alguna manera toda la colección. Respecto a los materiales, el cuero es protagonista, pero se suman los agamuzados, los reptiles metalizados y algunos recortes en PVC para brindar transparencias.
Los modelos lucieron además prendas de Carlos Veralli, Transeúnte, Opulenta y Vintage Poder; y accesorios de Lúdica.